lunes, 16 de marzo de 2020

Cielo de libros

Cuando era chica me pasaba horas y horas imaginando. Historias, personas, situaciones y lugares. Me encantaba imaginar el Cielo, que tenía que ser el mejor lugar que uno pudiera soñar. Una biblioteca inmensa con las paredes repletas de buenos libros de todos los colores hasta el techo, ventanales inmensos a bosques y jardines, escaleras en rieles, comodos sillones y serena paz. 
Disfrutaba mucho las tardes leyendo tirada en el sillón de casa. Momentos impagables que me brindaron la escolaridad simple y la vasta biblioteca paterna. 
Hoy pienso que quizás no estuviera tan errada. Si allí vamos a encontrarnos cara a cara con el Verbo y vamos a poder llenarnos de esa Verdad que tanto buscamos y gustamos de a poquito en esta tierra.

viernes, 13 de marzo de 2020

Reencuentro

Levantó la vista del libro y la vio por la ventana. Nívea, luminosa, inmóvil y pacífica. Allí estaba y había estado tantas noches. Los grillos le cantaban a coro. Se dio cuenta de que el trajín diario, las mil cosas -y ninguna- ocupando su cabeza, habían hecho que perdiera la costumbre de entablar conversaciones con la Luna. Y eso que la Reina de los astros seguía esperándola.. cerró el libro y apagó la luz, para verla mejor. Quedó un rato quieta, con los ojos bien abiertos y el corazón atento, contemplándola a través de los árboles.¡Tanto tiempo había pasado! Pero en seguida la charla fluyó como si nada. Porque así son las verdaderas amistades. 
Cerró los ojos, y sobre una plegaria se quedó dormida. Mañana sería otro día, de cara al sol.