4 de julio.
Feliz de tu felicidad.
Feliz al ver que después de días y días de camino incansable, ampollas y cansancio, habías llegado.
Lágrimas de una alegría compartida, aunque mediaran entre nosotros miles de kilómetros, casi todos llenos de agua.
Feliz al darme cuenta que me alegraba tanto tu felicidad.