¿Qué miran las Tres Marías asomadas a la cuna?
Contemplan a un Niño Dios, arrobadas de ternura.
No comprenden ayer ni hoy, lo profundo del Misterio,
¡Que se haya hecho un bebito Aquél que es de todo Dueño!
Contemplan y luego corren, y juegan hasta cansarse. La casa de los abuelos las reune tantas tardes...
Juegan al polyladron, a escondidas y a ser madres,
peinan una muñeca y en hamaca hacen mil viajes.
Ni se imaginan que un día, los juegos se acabarán
y aquellos brazos gorditos que acunaban pensamientos,
sostendrán niños pequeños, salidos de sus entrañas.
Las Tres Marías son madres -don del Cielo inmerecido-,
y asomadas a una cuna, se asoman también al Misterio.